miércoles, 23 de marzo de 2011

Más sanciones a Libia

En paralelo a la intervención militar la presión contra el régimen libio se incrementa. Hoy la UE ha anunciado un nuevo paquete de sanciones, el cuarto desde que se inició la crisis, que incluirá a la compañía nacional petrolera NOC y sus filiales, han informado fuentes comunitarias. La decisión se adoptará formalmente en las próximas horas y entrará en vigor mañana con su publicación en el Diario Oficial de la Unión.
Además de bloquear los activos de la NOC, los Veintisiete harán efectivas otras de las medidas aprobadas recientemente por el Consejo de Seguridad de la ONU y ampliarán las sanciones contra personas vinculadas al régimen, reforzarán el embargo de armas y prohibirán los vuelos de empresas libias en Europa.
Asimismo, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, abría una nueva vía en las especulaciones sobre el futuro de Gadafi al declarar, en una entrevista a la cadena ABC, que el dirigente libio y sus principales colaboradores podrían contemplar el exilio. La jefa de la diplomacia norteamericana indicó que algunas personas, "supuestamente en nombre de Gadafi", han comenzado a entablar contactos en el extranjero, aunque ella misma ha reconocido que podría ser "teatro". Clinton ha admitido que la forma en que se comporta el régimen de Libia es "un tanto impredecible".
Ajeno a estas especulaciones sobre su futuro, el dictador volvió a comparecer a última hora de la noche en la televisión estatal para asegurar que nadie le moverá de su jaima y animar a sus partidarios a que sigan luchando. "Lograremos la victoria al final (...). No nos rendiremos, les derrotaremos por todos los medios", gritaba Gadafi, quien ha declarado que su régimen está "preparado para la lucha, sea corta o larga". El coronel habló desde el edificio destruido dentro de su complejo palaciego por un misil de la alianza el día 21, rodeado por cientos de fieles con el doble papel de entusiastas espectadores y escudos humanos ante el temor de nuevos ataques.
.Entierro en Bengasi

Primera reunión de coordinación política de la operación militar en Libia

Conversación antes del combate

Francia ha anunciado hoy que la primera reunión de coordinación política de la operación militar en Libia se realizará el próximo martes en Londres. El ministro de Exteriores, Alain Juppé, ha informado en la Asamblea francesa que en el encuentro participarán todos los países que forman parte de la coalición, a los que se suman representantes de la Unión Africana y la Liga Árabe. La reunión será a nivel de ministros de Exteriores, ha aclarado Juppé.

"Ahora nos dirigimos a la segunda fase y la OTAN actuará como la herramienta de planificación y conducirá las acciones operativas (militares)", ha dicho Juppé a los periodistas en la Asamblea, tras dejar bien en claro que el manejo político no estará en manos de la alianza. Sin embargo, en el lado de la OTAN, tras seis días de consecutivos de discusiones, los 28 miembros no han alcanzado el consenso necesario para aprobar que la Alianza Atlántica asuma el mando y control de la intervención militar en Libia y tampoco se han puesto de acuerdo para participar en una zona de exclusión aérea, han adelantado fuentes aliadas

París tomó ayer de nuevo la iniciativa en la crisis libia. Juppé planteó la creación de una dirección política que asuma el control de la intervención. El Elíseo anunció anoche que Barack Obama y Nicolas Sarkozy se habían puesto de acuerdo sobre el modo en que las estructuras de la OTAN serán utilizadas para apoyar a la coalición internacional.
Francia da este paso cuando ya se oyen críticas de distintos aliados sobre la falta de un mando unificado, otros piden que la OTAN asuma el control y Estados Unidos anuncia que en cuestión de días se colocará en un segundo plano en Libia. En este sentido, Obama declaró ayer que está "absolutamente convencido" de que, pese a todas las dificultades, Estados Unidos será capaz de transferir el mando de la operación militar en Libia en el plazo previsto, que el presidente norteamericano repitió que será de "días, más que semanas".
Juppé aseguró que la campaña libia terminará en cuanto Gadafi ordene "un alto el fuego" y sus tropas "vuelvan a los cuarteles". En la misma Asamblea Nacional, el primer ministro, François Fillon, defendió encendidamente la operación. "No es una guerra, es una intervención de ayuda al pueblo libio", aseguró. Descartó que en el futuro los soldados de la coalición invadan el suelo libio.

martes, 22 de marzo de 2011

ONU aprueba la intervenciòn en LIBIA

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó este viernes la zona de exclusión aérea sobre Libia con diez votos a favor, cero en contra y cinco abstenciones, entre ellos Rusia y China.
La resolución autoriza “todas las medidas necesarias”, incluyendo ataques aéreos a la fuerzas leales a Gadafi, a pesar de que establece explícitamente que no puede haber tropas extranjeras en el terreno.

El embajador de Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, dijo que la meta era acabar con la violencia en Libia, proteger a los civiles y permitirles determinar su propio futuro.
La oposición en Bengasi celebra la resolución - Maher27777
DOCUMENTOS OFICIALES DE LAS NACIONES UNIDAS

Resolución 1973 (2011)
Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6498
celebrada el 17 de marzo de 2011
a sesión,
El Consejo de Seguridad
,
Recordando
su resolución 1970 (2011), de 26 de febrero de 2011,
Deplorando
(2011),
que las autoridades libias no hayan acatado la resolución 1970
Expresando
la violencia y el elevado número de víctimas civiles,
grave preocupación por el deterioro de la situación, la escalada de
Reiterando
población libia y
responsabilidad primordial de adoptar todas las medidas posibles para asegurar la
protección de los civiles,
que las autoridades libias tienen la responsabilidad de proteger a lareafirmando que las partes en los conflictos armados tienen la
Condenando
incluidas las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, los casos de tortura
y las ejecuciones sumarias,
la grave y sistemática violación de los derechos humanos,
Condenando también
autoridades libias contra periodistas, profesionales de los medios de comunicación y
su personal asociado e
les impone el derecho internacional humanitario enunciadas en la resolución 1738
(2006),
los actos de violencia e intimidación cometidos por lasinstando a esas autoridades a cumplir las obligaciones que
Considerando
civil que están teniendo lugar actualmente en la Jamahiriya Árabe Libia pueden
constituir crímenes de lesa humanidad,
que los ataques generalizados y sistemáticos contra la población
Recordando
expresó que estaba dispuesto a examinar la posibilidad de adoptar otras medidas
apropiadas, según fuera necesario, para facilitar y apoyar el regreso de los
organismos humanitarios y suministrar asistencia humanitaria y ayuda conexa en la
Jamahiriya Árabe Libia,
el párrafo 26 de la resolución 1970 (2011), en que el Consejo
Expresando su determinación
zonas pobladas por civiles, así como el tránsito rápido y sin trabas de la asistencia
humanitaria y la seguridad del personal de asistencia humanitaria,
Recordando
Secretario General de la Organización de la Conferencia Islámica condenaron las
graves violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario
que se han cometido y se están cometiendo en la Jamahiriya Árabe Libia,
que la Liga de los Estados Árabes, la Unión Africana y el
Tomando nota
Islámica de fecha 8 de marzo de 2011, y del comunicado del Consejo de Paz y
Seguridad de la Unión Africana de fecha 10 de marzo de 2011, en que se estableció
un Comité especial de alto nivel sobre Libia,
del comunicado final de la Organización de la Conferencia
Tomando nota también
los Estados Árabes el 12 de marzo de 2011 de pedir que se impusiera una zona de
prohibición de vuelos de la aviación militar libia, y de establecer zonas seguras en
los lugares expuestos a bombardeos como medida de precaución para proteger a la
población libia y a los extranjeros que viven en la Jamahiriya Árabe Libia,
de la decisión adoptada por el Consejo de la Liga de
Tomando nota además
inmediata realizado por el Secretario General el 16 de marzo de 2011,
del llamamiento en favor de una cesación del fuego
Recordando
Árabe Libia desde el 15 de febrero de 2011 al Fiscal de la Corte Penal Internacional
y
los ataques aéreos y navales, y sus cómplices, deben rendir cuentas de sus actos,
su decisión de remitir la situación imperante en la Jamahiriyadestacando que los responsables de los ataques contra la población civil, incluidos
Reiterando su preocupación
trabajadores extranjeros que se ven obligados a huir de la violencia que se está
produciendo en la Jamahiriya Árabe Libia,
de los Estados vecinos, en particular Túnez y Egipto, para atender las necesidades
de esos refugiados y trabajadores extranjeros, y
internacional a que apoye esos esfuerzos,
por la difícil situación de los refugiados y losacogiendo con beneplácito la respuestaexhortando a la comunidad
Deplorando
que las autoridades libias continúen utilizando mercenarios,
Considerando
espacio aéreo de la Jamahiriya Árabe Libia constituye un elemento importante para la
protección de los civiles, así como para la seguridad del suministro de asistencia
humanitaria, y un paso decisivo para la cesación de las hostilidades en Libia,
que el establecimiento de una prohibición de todos los vuelos en el
Expresando preocupación
extranjeros y sus derechos en la Jamahiriya Árabe Libia,
también por la seguridad de los ciudadanos
Acogiendo con beneplácito
Sr. Abdel-Elah Mohamed Al-Khatib Enviado Especial a Libia y
esfuerzos por encontrar una solución sostenible y pacífica a la crisis de la
Jamahiriya Árabe Libia,
que el Secretario General haya nombrado alapoyando sus
Reafirmando
integridad territorial y la unidad nacional de la Jamahiriya Árabe Libia,
su resuelto compromiso con la soberanía, la independencia, la
Habiendo determinado
Libia sigue representando una amenaza para la paz y la seguridad internacionales,
que la situación imperante en la Jamahiriya ÁrabeActuando
1.
fin completamente a la violencia y a todos los ataques y abusos contra civiles;
2.
solución a la crisis que responda a las demandas legítimas del pueblo libio y
Exige que se establezca de inmediato una cesación del fuego y se pongaDestaca la necesidad de intensificar los esfuerzos por encontrar unaobserva
las decisiones del Secretario General de despachar a su Enviado Especial a Libia, y
del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana de enviar al país a su Comité
especial de alto nivel con el fin de facilitar un diálogo que conduzca a las reformas
políticas necesarias para encontrar una solución pacífica y sostenible;
3.
el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario, las normas
de derechos humanos y el derecho de los refugiados, y adopten todas las medidas
necesarias para proteger a los civiles, satisfacer sus necesidades básicas y asegurar
el tránsito rápido y sin trabas de la asistencia humanitaria;
Exige que las autoridades libias cumplan las obligaciones que les impone
Protección de los civiles
4.
Secretario General a que, actuando a título nacional o por conducto de
organizaciones o acuerdos regionales y en cooperación con el Secretario General,
adopten todas las medidas necesarias, pese a lo dispuesto en el párrafo 9 de la
resolución 1970 (2011), para proteger a los civiles y las zonas pobladas por civiles
que estén bajo amenaza de ataque en la Jamahiriya Árabe Libia, incluida Benghazi,
aunque excluyendo el uso de una fuerza de ocupación extranjera de cualquier clase
en cualquier parte del territorio libio, y
que informen al Secretario General de inmediato de las medidas que adopten en
virtud de la autorización otorgada en este párrafo, que serán transmitidas
inmediatamente al Consejo de Seguridad;
5.
Árabes en cuestiones relativas al mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales en la región y, teniendo presente el Capítulo VIII de la Carta de las
Naciones Unidas,
que cooperen con otros Estados Miembros en la aplicación del párrafo 4;
Autoriza a los Estados Miembros que hayan notificado previamente alsolicita a los Estados Miembros interesadosReconoce la importante función que desempeña la Liga de los Estadossolicita a los Estados miembros de la Liga de los Estados Árabes
Zona de prohibición de vuelos
6.
de la Jamahiriya Árabe Libia a fin de ayudar a proteger a los civiles;
7.
aplicará a los vuelos cuyo único propósito sea humanitario, como el suministro o la
facilitación del suministro de asistencia, incluido el material médico, los alimentos,
los trabajadores humanitarios y la asistencia conexa, o la evacuación de ciudadanos
extranjeros de la Jamahiriya Árabe Libia, y tampoco se aplicará a los vuelos
autorizados en virtud de los párrafos 4 u 8, ni a otros vuelos que los Estados que
actúen al amparo de la autorización otorgada en el párrafo 8 consideren necesarios
para el bienestar del pueblo libio, y que esos vuelos se coordinarán con todo
mecanismo establecido en virtud del párrafo 8;Autoriza a los Estados Miembros que hayan notificado al Secretariosupra, según sea necesario, y solicita que los Estados interesados, ensupra;Exhorta a todos los Estados Miembros a que, actuando a título nacional o
supra
10.
entre sí y con el Secretario General las medidas que estén adoptando para aplicar los
párrafos 4, 6, 7 y 8
los vuelos humanitarios o de evacuación autorizados;
11.
al Secretario General y al Secretario General de la Liga de los Estados Árabes de las
medidas adoptadas en ejercicio de la autoridad conferida en el párrafo 8
;Solicita que los Estados Miembros interesados coordinen estrechamentesupra, incluidas las medidas prácticas para supervisar y aprobarDecide que los Estados Miembros interesados informen inmediatamentesupra,
incluida la presentación de un concepto de operaciones;
12.
medida adoptada por los Estados Miembros interesados en ejercicio de la autoridad
conferida en el párrafo 8
meses a partir de entonces sobre la aplicación de la presente resolución, incluida la
información relativa a las violaciones de la prohibición de vuelos impuesta en el
párrafo 6
Solicita al Secretario General que lo informe inmediatamente de todasupra y que lo informe en un plazo de 7 días y todos lossupra;
Cumplimiento del embargo de armas
13.
siguiente: “
región, a que, actuando a título nacional o por conducto de organizaciones o
acuerdos nacionales, y a fin de garantizar la estricta aplicación del embargo de
armas establecido en los párrafos 9 y 10 de la resolución 1970 (2011), inspeccionen
en su territorio, incluidos los puertos y aeropuertos, y en alta mar, los buques y las
aeronaves con origen o destino en la Jamahiriya Árabe Libia, si el Estado en
cuestión tiene información que ofrezca motivos razonables para creer que la carga
contiene artículos cuyo suministro, venta, transferencia o exportación estén
prohibidos en virtud de los párrafos 9 o 10 de la resolución 1970 (2011), modificada
por esta resolución, incluido el suministro de personal mercenario armado,
todos los Estados del pabellón de esos buques y aeronaves a cooperar con esas
inspecciones, y
las circunstancias concretas para realizar esas inspecciones”;
14.
mar con arreglo al párrafo 13
sí y con el Secretario General y
informen de inmediato al Secretario General y al Comité establecido en virtud del
Decide sustituir el párrafo 11 de la resolución 1970 (2011) por el párrafoExhorta a todos los Estados Miembros, en particular a los Estados de laexhorta aautoriza a los Estados Miembros a aplicar toda medida acorde conSolicita a los Estados Miembros que estén adoptando medidas en altasupra que coordinen esas medidas estrechamente entresolicita también a los Estados interesados que
S/RES/1973 (2011)
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5
párrafo 24 de la resolución 1970 (2011) (“el Comité”) de las medidas adoptadas en
ejercicio de la autoridad conferida en el párrafo 13
15.
cumplimiento de lo dispuesto en el párrafo 13
conducto de organizaciones o acuerdos regionales, presente sin dilación al Comité
un informe inicial por escrito que contenga, en particular, una explicación de los
motivos de la inspección y sus resultados, e indique si se proporcionó o no
cooperación, y, si se encontraron artículos cuya transferencia esté prohibida,
supra;Requiere que todo Estado Miembro, cuando realice una inspección ensupra actuando a título nacional o por
requiere también
informe por escrito que contenga datos pertinentes sobre la inspección, la
confiscación y la disposición de esos artículos, y sobre la transferencia, incluida una
descripción de los artículos, su origen y su destino previsto, si esta información no
figura en el informe inicial;
16.
que esos Estados Miembros presenten más adelante al Comité otroDeplora que sigan llegando mercenarios a la Jamahiriya Árabe Libia y
exhorta
que les incumben con arreglo al párrafo 9 de la resolución 1970 (2011) para impedir
el suministro de personal mercenario armado a la Jamahiriya Árabe Libia;
a todos los Estados Miembros a que cumplan estrictamente las obligaciones
Prohibición de vuelos
17.
matriculada en la Jamahiriya Árabe Libia o de propiedad de nacionales o empresas
de ese país o utilizada por ellos, para despegar de su territorio, aterrizar en él o
sobrevolarlo, salvo cuando el vuelo de que se trate haya sido aprobado previamente
por el Comité o tenga que realizar un aterrizaje de emergencia;
18.
para despegar de sus territorios, aterrizar en ellos o sobrevolarlos si tienen
información que ofrezca motivos razonables para creer que la aeronave contiene
artículos cuyo suministro, venta, transferencia o exportación se prohíba en los
párrafos 9 y 10 de la resolución 1970 (2011), modificada por esta resolución,
incluido el suministro de personal mercenario armado, salvo en el caso de un
aterrizaje de emergencia;
Decide que todos los Estados denieguen la autorización a toda aeronaveDecide que todos los Estados denieguen a toda aeronave la autorización
Congelación de activos
19.
20 y 21 de la resolución 1970 (2011) se aplique a todos los fondos, otros activos
financieros y recursos económicos que se encuentren en sus territorios y que sean de
propiedad o estén bajo el control, directo o indirecto, de las autoridades libias
designadas por el Comité o de personas o entidades que actúen en su nombre o bajo
su dirección, o de entidades que sean de su propiedad o estén bajo su control y
hayan sido designadas por el Comité, y
aseguren que se impida que sus nacionales u otras personas o entidades que se
encuentren en sus territorios pongan fondos, activos financieros o recursos
económicos a disposición de las autoridades libias designadas por el Comité o de
personas o entidades que actúen en su nombre o bajo su dirección, o de entidades
que sean de su propiedad o estén bajo su control y que hayan sido designadas por el
Comité, ni los utilicen en beneficio de estas, y
autoridades libias, personas o entidades dentro de un plazo de 30 días a partir de la
fecha de aprobación de la presente resolución y según proceda en lo sucesivo;
Decide que la congelación de activos establecida en los párrafos 17, 19,decide también que todos los Estadosordena al Comité que designe a estas
S/RES/1973 (2011)
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20.
virtud de lo dispuesto en el párrafo 17 de la resolución 1970 (2011) se pongan a
disposición del pueblo de la Jamahiriya Árabe Libia y se utilicen en beneficio de
este posteriormente y lo antes posible;
21.
personas sujetas a su jurisdicción y las sociedades constituidas en su territorio o
sujetas a su jurisdicción que se mantengan vigilantes en sus relaciones comerciales
con las entidades constituidas en la Jamahiriya Árabe Libia o sujetas a la
jurisdicción de ese país, con cualquier persona o entidad que actúe en su nombre o
bajo su dirección y con las entidades que sean de su propiedad o estén bajo su
control, si tienen información que ofrezca motivos razonables para creer que esas
transacciones comerciales podrían contribuir a la violencia y el uso de la fuerza
contra civiles;
Afirma su determinación de asegurarse de que los activos congelados enDecide que todos los Estados deberán exigir a sus nacionales, las
Designaciones
22.
restricciones de viaje impuestas en los párrafos 15 y 16 de la resolución 1970 (2011)
y
a la congelación de activos impuesta en los párrafos 17, 19, 20 y 21 de la resolución
1970 (2011);
23.
21 de la resolución 1970 (2011) se apliquen también a las personas y entidades que
el Consejo o el Comité hayan determinado que han infringido las disposiciones de la
resolución 1970 (2011), en particular sus párrafos 9 y 10, o hayan ayudado a
terceros a hacerlo;
Decide que las personas incluidas en el anexo I estén sujetas a lasdecide también que las personas y entidades incluidas en el anexo II estén sujetasDecide que las medidas especificadas en los párrafos 15, 16, 17, 19, 20 y
Grupo de Expertos
24.
año, en consulta con el Comité, un grupo de hasta ocho expertos (“Grupo de
Expertos”) que actúe bajo la dirección del Comité para realizar las siguientes tareas:
a) Ayudar al Comité a ejecutar su mandato, enunciado en el párrafo 24 de la
resolución 1970 (2011) y la presente resolución;
b) Reunir, examinar y analizar la información proporcionada por los
Estados, los órganos competentes de las Naciones Unidas, las organizaciones
regionales y demás partes interesadas sobre la aplicación de las medidas
establecidas en la resolución 1970 (2011) y la presente resolución, en particular
sobre los casos de incumplimiento;
c) Formular recomendaciones sobre acciones que el Consejo, el Comité o el
Estado podrían considerar para mejorar la aplicación de las medidas pertinentes;
d) Presentar al Consejo un informe preliminar sobre su labor a más tardar
90 días después de la constitución del Grupo y un informe final que contenga sus
conclusiones y recomendaciones a más tardar 30 días antes de la conclusión de su
mandato;
Solicita al Secretario General que establezca, por un período inicial de un
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7
25.
Unidas y demás partes interesadas a que cooperen plenamente con el Comité y el
Grupo de Expertos, en particular proporcionando toda información que posean sobre
la aplicación de las medidas establecidas en la resolución 1970 (2011) y en la
presente resolución, en particular sobre los casos de incumplimiento;
26.
resolución 1970 (2011) se aplique también a las medidas establecidas en la presente
resolución;
27.
deberán adoptar las medidas necesarias para asegurar que no haya lugar a ninguna
reclamación, a instancias de las autoridades libias, de ninguna persona o entidad de
la Jamahiriya Árabe Libia ni de ninguna persona que actúe por conducto o en
beneficio de esas personas o entidades, en relación con todo contrato o transacción
cuya ejecución se vea afectada por las medidas adoptadas por el Consejo de
Seguridad en la resolución 1970 (2011), la presente resolución y las resoluciones
conexas;
28.
de las autoridades libias y
las medidas establecidas en la presente resolución y la resolución 1970 (2011),
incluido el reforzamiento, la suspensión o el levantamiento de esas medidas, según
corresponda, sobre la base del cumplimiento por las autoridades libias de la presente
resolución y la resolución 1970 (2011);
29.
Insta a todos los Estados, los órganos competentes de las NacionesDecide que el mandato del Comité enunciado en el párrafo 24 de laDecide que todos los Estados, incluida la Jamahiriya Árabe Libia,Reafirma su intención de mantener en examen permanente las accionessubraya que está dispuesto a examinar en todo momentoDecide seguir ocupándose activamente de la cuestión.

8.
General y al Secretario General de la Liga de los Estados Árabes, actuando a título
nacional o por conducto de organizaciones o acuerdos regionales, a adoptar todas las
medidas necesarias para hacer cumplir la prohibición de vuelos impuesta en el
párrafo 6
cooperación con la Liga de los Estados Árabes, coordinen estrechamente con el
Secretario General las medidas que estén adoptando para aplicar la presente
prohibición, incluso mediante el establecimiento de un mecanismo apropiado para
aplicar las disposiciones de los párrafos 6 y 7
9.
por conducto de organizaciones o acuerdos regionales, presten asistencia, incluidas
las autorizaciones de sobrevuelo necesarias, a fin de aplicar los párrafos 4, 6, 7 y 8
Decide establecer una prohibición de todos los vuelos en el espacio aéreoDecide además que la prohibición impuesta en virtud del párrafo 6 no se
en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,
de asegurar la protección de los civiles y de las

lunes, 14 de marzo de 2011

CHÀVEZ & GADAFI

No puede escapar al mundo que el eje Castro/Chávez hace esfuerzos postreros por  auxiliar al moribundo dictador Gadafi. Ese empeño no es otro que el de su propia supervivencia. Chávez, haga lo que haga, está condenado a defenderse ante la Corte Penal Internacional. Ya tiene el plazo vencido con la Justicia.  “El presidente Chávez convocó a los países de la Alianza Bolivariana para proponerles que se comprometan en su plan de una supuesta mediación en el conflicto de Libia, o sea, en la guerra a muerte que Muamar Gadafi libra contra su propia gente. Cuando los pueblos de Túnez y Egipto derrocaron a sus dictadores, Chávez repitió lo que siempre dice, que si la soberanía, que si la no intervención. Es decir, todo cuanto pueda servir para amparar a los dictadores.
En el caso de Libia y de su camarada, el Presidente decidió jugarse el todo por el todo, pero solamente a última hora, luego de que, desde La Habana, Fidel Castro lanzara la consigna de defender al genocida.
Entonces comenzó el coro de Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Venezuela. Antes, en la ONU, se quedaron solos, otros países del Alba no se expusieron a la vergüenza de defender en el escenario mundial a Gadafi y sus crímenes. No les importó que el Consejo de Seguridad, por unanimidad de sus 15 miembros, votara sanciones contra el coronel. No les importó que la Asamblea General de la ONU expulsara a Libia de la Comisión de Derechos Humanos. Los países del Alba se colocan en contra de la comunidad internacional por defender lo indefendible.
Nada detiene a los países que giran en torno a los petrodólares del Presidente venezolano. Los mueve como peones de su ajedrez personal. Esta “solidaridad” tiene un solo nombre: el de complicidad. Son cómplices de los crímenes que califican a Gadafi para ser juzgado ante la Corte Penal Internacional por genocidio. Ya lo declaró el fiscal de la CPI. Sería muy interesante que los cancilleres del Alba vayan a la corte a testimoniar a favor del procesado.





Tanto el Gobierno de Venezuela, como los otros concurrentes a esta cita, deben explicarle a sus pueblos el porqué de esta oscura maniobra organizada para que Gadafi gane tiempo, y pueda seguir con sus bombardeos contra la población civil utilizando sofisticadas armas de guerra. Los pueblos de los países del Alba están contra sus propios gobiernos en esta materia. Todos repudian la dictadura de más de 40 años del coronel. Repudian su corrupción. Sus asaltos al petróleo de Libia, sus negocios y trapacerías y sus alianzas con mafias internacionales.
La complicidad de las naciones del Alba con el régimen sanguinario de Gadafi debe ser explicada. Solidarizarse con un dictador condenado por la conciencia moral de los ciudadanos de todo el mundo, es algo que no puede ser mantenido sin explicación. ¿Con quién se solidarizan? Con el genocidio, con la corrupción, con los 40 y tantos años de despotismo. Es urgente que los “solidarios” respondan.
Está demostrado que Gadafi y sus hijos constituyen una especie de gran compañía anónima que tiene inversiones en todos los continentes. Ahora miles y miles de millones de dólares han sido o están siendo congelados en Occidente y en algunos países de Asia. Este imperio económico se ha derrumbado. Los países de la Alba no pueden apoyar tanta corrupción y tantos crímenes.”



jueves, 10 de marzo de 2011

las causas de un conflicto : LIBIA

El término revolución aplicado a los levantamientos populares que se están reproduciendo en el mundo árabe alcanza en Libia su máxima expresión. Al contrario que en Túnez y Egipto, donde las manifestaciones de la población consiguieron derrocar a sus presidentes, las marchas y acciones de protesta de los libios van camino, así lo deseamos, de barrer no sólo al máximo líder de la república, sino todo su sistema. Esto explica que la lucha de los libios esté resultando tan sangrienta y enconada: en Túnez y Egipto ha sido una parte del régimen, que deseaba controlar el poder por otros medios, la que ha sacrificado al líder para salvaguardar su esencia. Para ello han contado con el apoyo de las potencias occidentales, deseosas de minimizar al máximo los daños derivados de la salida de aliados fieles como Zein Ben Ali o Husni Mubarak.

De ahí que, semanas después de expulsados ambos, las gentes de ambos países sigan manifestándose reclamando la salida de todos los remanentes del viejo régimen y la realización de sus proclamas principales: gobierno con caras y mentalidades completamente nuevas; destitución de los altos cargos que siguen representando el viejo sistema; depuración de los servicios de seguridad; textos constitucionales y leyes que aseguren los objetivos primeros de los movimientos populares, sobre todo los de los jóvenes… Y todo porque aquellas revueltas han deparado hasta ahora la marcha de presidentes odiados por su autoritarismo y corrupción, pero poco más. Es cierto que hay un clima de libertad y optimismo inédito en Túnez y Egipto y que la gente siente ahora más que nunca que tiene la posibilidad de incidir de forma decisiva en los acontecimientos. Pero basta reparar en los nombres de los ministros egipcios y tunecinos, el organigrama de los responsables civiles y militares y las medidas adoptadas -que, como mucho, cabe calificar de tímidas-, para percatarse de que la lucha de tunecinos y egipcios, lejos de acabar, apenas si ha comenzado.

En Libia la situación es muy distinta. Aún no sabemos qué tipo de gobierno va a haber ni si las regiones occidentales y orientales (Tripolitania y Cirenaica) van a constituirse en una especie de asociación federal o permanecerán bajo el esquema nacional anterior. Desconocemos también hasta qué punto los intentos oligofrénicos de la familia Gadafi de partir el país en reinos de taifas tribales tendrán algún efecto. Todo ello depende de la rapidez con la que los revolucionarios sean capaces de agruparse y, con la ayuda de las fuerzas del Ejército leales a la población, se embarquen en la marcha decisiva hacia Trípoli, cuyos habitantes tratan de mantenerse en las calles a pesar de las matanzas cometidas por los mercenarios y brigadas especiales fieles al clan Gadafi. Más aun, poniéndonos en el peor de los supuestos, esto es, que los Gadafi aguanten más de la cuenta en su plaza fuerte de Trípoli, la situación política en el país va a experimentar un giro radical, en un sentido plenamente revolucionario. Es una paradoja que un movimiento digno de tal nombre vaya a cambiar, y por la fuerza de la sublevación, todo un régimen que se ha tenido siempre por revolucionario. Más por demagogia y ánimo de propaganda de su líder que por la fuerza de los hechos, por supuesto.





“Hasta el último hombre”

Lo que explica la violencia de la represión y el empecinamiento de la elite gobernante en defenderse "hasta el último hombre, hasta la última mujer" -como afirmaba el hijo de Gadafi en su primer mensaje-, así como la perseverancia y temeridad de unos manifestantes que salían a la calle a pecho descubierto para encarar a uno de los servicios de seguridad más inclementes de toda África -y ya es decir- es la convicción de unos y otros de que no hay punto medio posible. A la población de Libia, de fracasar, le esperan años de horror y vendettas; al máximo líder y su cuadrilla, la muerte o un exilio improbable en un lugar remoto -nadie, sospechamos, va a atreverse a recibirlo-. Y todo ello se debe, entre otras cosas, a que desde 1969 Muammar Gadafi ha hecho todo lo posible por evitar la aparición de nada que pudiera ser catalogado como "estado": ni organismos, ni poderes ni aparato burocrático siquiera, ni una estructura que pudiera servir como intermediario entre los dirigentes y la sociedad, nada. En su lugar, fomentó las llamadas comisiones populares, piedra angular de su programa de acción política (el denominado Libro verde) y el "poder del pueblo".
A la población de Libia, de fracasar, le esperan años de horror y vendettas; al máximo líder y su cuadrilla, la muerte o un exilio improbable en un lugar remoto -nadie, sospechamos, va a atreverse a recibirlo-

La idea, expresada de forma hosca y superficial en el panfleto citado, pretendía solucionar el problema de la representación y participación del pueblo en las instituciones. A través de un sistema piramidal, desde la base a la cúpula, las decisiones de la gente iban llegando a los congresos populares y de aquí a las instancias superiores, que se encargaban de llevar a cabo la "voluntad popular". El proyecto, desde luego, de haberse hecho realidad, habría satisfecho a los promotores de la democracia participativa y quienes critican a la democracia occidental actual por la desvinculación de la mayoría y su marginalización respecto de la toma de decisiones. Pero el problema con Gadafi es que sus discursos, proclamas y teorías han perseguido siempre y únicamente justificar o disimular según los casos su ansia de controlar hasta el más mínimo detalle todo cuanto ocurría en el país. Y camuflar su repugnancia a cualquier tipo de instancia o institución que obstaculizase su propio mecanismo de toma de decisiones. Por ello, las teorías sobre el poder popular se terminaron convirtiendo en un chiste de mal gusto; y el líder, en una entidad que suplantaba al estado, auxiliado por una oligarquía formada preferiblemente por sus hijos y allegados y protegido por un portentoso servicio de seguridad y represión, con mercenarios incluidos, basado en las alianzas familiares y tribales y financiado por los ingresos petrolíferos.

Así, la caída de Gadafi y su entorno sólo puede significar el fin de un régimen que no esconde nada más que la figura siniestra de aquél. Nada parecido a un estado ha de quedar arrasado porque, con toda simpleza, no existía nada que pudiera definirse como tal. Por ello, para enmascarar el personalismo de aquél y dar a entender a la población que la naturaleza del país impedía la construcción de un estado moderno como tal, la retórica del régimen fomentó la idea de que Libia era ante todo un conjunto de tribus y clanes no siempre bien avenidos. Esta imagen no dejaba de ser una invención de este mismo régimen que dijo venir a combatir el tribalismo tras acabar con la monarquía de los Senusi y que luego, sin embargo, se dedicó a fomentarlo hasta su máxima expresión. De muchas maneras: la más nociva, sumiendo en el atraso y el subdesarrollo áreas geográficas habitadas por tribus de poca o ninguna filiación hacia los Gadafi, como la propia Bengazi y alrededores, la segunda ciudad del país, o las zonas de mayoría beréber-amazigh en el oeste. Por fortuna, hasta el momento, el levantamiento popular está evitando la baza tribalista, soslayando las previsiones catastrofistas de los Gadafi de que el país, sin ellos, se convertirá en una trágica farsa tribal.

La respuesta de Occidente

La ausencia de un régimen, de un partido político único, de una cultura de poder o de una elite de burócratas al menos, explica, también, la lentitud con la que estadounidenses y europeos están procesando la crisis libia. Durante los alzamientos populares de Túnez y sobre todo Egipto, unos y otros difirieron su decisión final sobre las demandas populares hasta hallar un interlocutor válido en los regímenes. Los contactos insistentes de Washington con representantes de la cúpula militar egipcia y los regateos sobre los compromisos que éstos debían aportar, contribuyeron a sumir el país en un clima de tensión expectante. En Libia, los intentos de la Unión Europea y Estados Unidos por "controlar la situación" apenas encuentran eco: al no existir instituciones oficiales verdaderamente efectivas, los únicos interlocutores son los Gadafi y sus colaboradores.

Los intentos de la Unión Europea y Estados Unidos por "controlar la situación" apenas encuentran eco: al no existir instituciones oficiales verdaderamente efectivas, los únicos interlocutores son los Gadafi y sus colaboradores
Ni siquiera el ejército, marginado por el régimen, puede asumir este papel. En el seno de la población, la proliferación de comisiones revolucionarias y autogestionadas en las zonas liberadas y la lógica lentitud, en un ambiente semibélico, de las deliberaciones entre los representantes populares, los generales contrarios a Gadafi, los opositores en el exilio y los líderes tribales no permiten contar con un portavoz de quien podamos decir que representa a todos o gran parte de la población. Desde luego, las presiones occidentales ya han dado su fruto y aun de forma confusa y no se sabe en qué medida indistinta los "revolucionarios" han asegurado el flujo de petróleo en las regiones liberadas.

Se está hablando mucho, por fortuna, en algunos sectores de la opinión pública europea y estadounidense sobre la hipocresía y cinismo de Occidente frente a los regímenes despóticos árabes, muchos de ellos financiados, apoyados y justificados desde aquí. No somos muy optimistas, sin embargo, en cuanto a que los sucesos actuales vayan a convencer a nuestros dirigentes, sectores económicos y opinión pública en general de que lo ético, lo moral e incluso lo beneficioso desde el punto de vista material y empresarial -ya que sólo les interesan los argumentos mercantiles y de rendimiento neto- es apoyar los movimientos de liberación árabes. No hemos visto tendencias islamistas ni regresivas ni abiertamente hostiles a occidente, aun cuando los pueblos árabes tienen fundadas razones para considerar que occidente ha sido uno de los causantes de sus tiranías seculares. No obstante, la cantinela oficial sigue hablando del peligro del islamismo radical, las oleadas de emigrantes incontroladas y la incertidumbre de unos recursos energéticos dejados en manos de la "turba".

La conclución:
Aunque sus dirigentes no se atreven a decirla claramente, es que no pueden permitir tales "revoluciones"; como mucho, cambios controlados que no afecten ni la política exterior de estos países ni las facilidades concedidas a los intereses comerciales de los libianos. La prioridad, por supuesto, es la estabilidad de, se entiende, sus inversiones, empresas y productos importados a bajo costo. Conclusión terrible que pone al descubierto todas sus carencias éticas y morales, también su decadencia como proyecto de civilización. Pero, a la par, revela la necesidad de que occidente viva también una revolución de posturas y valores que imponga la idea de que lo rentable es, cuanto menos, no entorpecer ni interferir en la lucha de las gentes árabes en pos de sociedades verdaderamente democráticas; el afán de forjar estados que velen por sus intereses colectivos y traten siempre de asegurar su bienestar. Los suicidas y los radicales son los déspotas árabes que, como Gadafi, han arrasado sus sociedades para amasar fortunas legendarias y acuñar leyendas negras de muerte y destrucción.