En el caso de Libia y de su camarada, el Presidente decidió jugarse el todo por el todo, pero solamente a última hora, luego de que, desde La Habana, Fidel Castro lanzara la consigna de defender al genocida.
Entonces comenzó el coro de Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Venezuela. Antes, en la ONU, se quedaron solos, otros países del Alba no se expusieron a la vergüenza de defender en el escenario mundial a Gadafi y sus crímenes. No les importó que el Consejo de Seguridad, por unanimidad de sus 15 miembros, votara sanciones contra el coronel. No les importó que la Asamblea General de la ONU expulsara a Libia de la Comisión de Derechos Humanos. Los países del Alba se colocan en contra de la comunidad internacional por defender lo indefendible.
Nada detiene a los países que giran en torno a los petrodólares del Presidente venezolano. Los mueve como peones de su ajedrez personal. Esta “solidaridad” tiene un solo nombre: el de complicidad. Son cómplices de los crímenes que califican a Gadafi para ser juzgado ante la Corte Penal Internacional por genocidio. Ya lo declaró el fiscal de la CPI. Sería muy interesante que los cancilleres del Alba vayan a la corte a testimoniar a favor del procesado.

Tanto el Gobierno de Venezuela, como los otros concurrentes a esta cita, deben explicarle a sus pueblos el porqué de esta oscura maniobra organizada para que Gadafi gane tiempo, y pueda seguir con sus bombardeos contra la población civil utilizando sofisticadas armas de guerra. Los pueblos de los países del Alba están contra sus propios gobiernos en esta materia. Todos repudian la dictadura de más de 40 años del coronel. Repudian su corrupción. Sus asaltos al petróleo de Libia, sus negocios y trapacerías y sus alianzas con mafias internacionales.
La complicidad de las naciones del Alba con el régimen sanguinario de Gadafi debe ser explicada. Solidarizarse con un dictador condenado por la conciencia moral de los ciudadanos de todo el mundo, es algo que no puede ser mantenido sin explicación. ¿Con quién se solidarizan? Con el genocidio, con la corrupción, con los 40 y tantos años de despotismo. Es urgente que los “solidarios” respondan.
Está demostrado que Gadafi y sus hijos constituyen una especie de gran compañía anónima que tiene inversiones en todos los continentes. Ahora miles y miles de millones de dólares han sido o están siendo congelados en Occidente y en algunos países de Asia. Este imperio económico se ha derrumbado. Los países de la Alba no pueden apoyar tanta corrupción y tantos crímenes.”

No hay comentarios:
Publicar un comentario